LAS PROVINCIAS 27-01-2009
El sindicato CSIF ha denunciado la dureza del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU) por "la intensidad propia de su labor y por las vejaciones e insultos que los trabajadores sufren", en ocasiones, por parte de vecinos.
Esta situación ocasiona que incluso la Policía Local tenga que acompañar a los sanitarios para evitar posibles agresiones, según puso de relieve la organización sindical en una nota.
El principal detonante de esta situación radica en la acusación de retraso en la asistencia. El Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) organiza los desplazamientos de los vehículos de manera que el tiempo de reacción en el casco urbano ronda entre los 7 y los 12 minutos.
"En algunos casos te sientes indefenso. Vienes de prestar un servicio en un municipio, de conducir a un afectado al hospital y, de allí, te marchas todo lo rápido que puedes hasta otro lugar. Llegas para atender a un paciente y te reciben con insultos e incluso a golpes", explicó un afiliado al sindicato.
También denunció las "agresiones y el caos" que se vive en los servicios de Pediatría de los centros de salud de Vinaròs y Benicarló, donde, según la organización sindical, "un sólo médico y tres refuerzos temporales se turnan para atender a 60 niños al día, mientras ellos mismos ejercen de secretarios, dan citas, y asumen otras labores", indicaron.
Esta situación ocasiona que incluso la Policía Local tenga que acompañar a los sanitarios para evitar posibles agresiones, según puso de relieve la organización sindical en una nota.
El principal detonante de esta situación radica en la acusación de retraso en la asistencia. El Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) organiza los desplazamientos de los vehículos de manera que el tiempo de reacción en el casco urbano ronda entre los 7 y los 12 minutos.
"En algunos casos te sientes indefenso. Vienes de prestar un servicio en un municipio, de conducir a un afectado al hospital y, de allí, te marchas todo lo rápido que puedes hasta otro lugar. Llegas para atender a un paciente y te reciben con insultos e incluso a golpes", explicó un afiliado al sindicato.
También denunció las "agresiones y el caos" que se vive en los servicios de Pediatría de los centros de salud de Vinaròs y Benicarló, donde, según la organización sindical, "un sólo médico y tres refuerzos temporales se turnan para atender a 60 niños al día, mientras ellos mismos ejercen de secretarios, dan citas, y asumen otras labores", indicaron.
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